Una definición de miedo que me gusta mucho es la siguiente: “miedo = anticipación del dolor”. Ese dolor, que no existe todavía en nuestro presente y que puede no existir tampoco en el futuro, lo imaginamos y magnificamos. No es real, al menos aún. Esos culebrones, esos dramas o esos desastres están en tu mente. Y una cosa es la prevención y otra la dramatización. Por eso es tan importante centrarse en el presente y cultivar la mirada adecuada sobre éste y sobre el futuro.
¿Vaso medio lleno o medio vacío? Éste es el tema.
De uno/a depende que posemos la vista en un lugar u otro. Una mirada que nos posibilita, es decir, que nos inspira y crea posibilidades ante las situaciones en las que nos encontramos es de suma importancia, y se puede cultivar. Es más: depende únicamente de nosotros/as.
Así pues, en nuestras manos está:
- Centrarnos en nuestro presente
- Ocuparnos de éste
- Depositar nuestra mirada sobre lo que nos beneficia
- Y así posibilitarnos y empoderarnos a nosotros/as mismo/as
¿Dónde estás: en el presente o en el futuro? ¿En el pasado, quizás?
¿En qué lugar estás mirando?
¿Cuál es tu punto de partida: pesimista u optimista?
¿Te estás posibilitando o imposibilitando?
¿De quién depende?
Entonces…
Deja un comentario